Durante la gira mundial de su libro No hay silencio que no termine, Ingrid Betancourt en una entrevista cedida al diario La Nación de Argentina señaló que fue tratada como a un criminal en Colombia y que no siente ganas de volver a su patria.
Después de imponer una demanda al Estado para que le indemnizara por reparación como una víctima más del secuestro y, luego retirarla con el argumento de que había descubierto que en su país no se tenía respeto por las víctimas del conflicto armado, señala al gobierno colombiano de mal trato a su nombre y sindica que éste le trató de criminal.
Compara su situación con la de el narcotraficante Pablo Escobar y supone un puente donde ni a él se le trató en la forma como se le hizo a ella. Además acusa al gobierno de tergiversar el asunto para que los colombianos afectaran la imagen que se tenía de ella.
Durante la entrevista habló también de la crisis que sufren lasFarc y, señaló, que luego de la muerte del “Mono Jojoy” al grupo guerrillero no le queda nada por hacer, solo errores de ideales.