Muchas personas no tienen una misma concepción acerca de la realidad, esto no es un problema, porque siempre irán ligadas hacia una misma verdad, es decir, no todos pensarán lo mismo sobre lo que esté sucediendo en su existencia, pero algún elemento en particular hará que se sitúen en la misma orbita de actualidad; es aquí donde las concepciones, el pensamiento, la razón, los sentimientos, los principios de cada persona y los valores que posea esta generarán una conciencia de realidad gracias al recibimiento, intercambio y procesamiento de la información veraz y oportuna que los medios brinden, así se lograrán construir las singularidades de cada sociedad, porque “[…]el hombre y la sociedad son lo que piensan; […] el pensamiento personal y social, cada vez más, se forma y depende del funcionamiento de los medios de información colectivos (Esteinou Madrid, 2002)”, quienes guían el pensamiento y muchas veces las acciones de la gente, por eso esa guía debe encaminarse hacia clarificar la mente de las personas en cuanto a realidad y verdad; el uso adecuado de estos traerá resultados gratificantes al desarrollo de cada sociedad.
La comunicación, representada en los medios de comunicación, se ha convertido en un símbolo de desarrollo y modernidad, debido a la gran cantidad de modelos comunicativos que existen actualmente; gracias a tantas formas de comunicarnos que poseemos hoy día es más fácil unir ideales, explorar propuestas, escuchar inconformidades y hablar por el desarrollo social, económico, cultura, político, etc.; logrando conectar todas estas visiones y percepciones se lograría unificar un mundo hacia la modernidad, un vuelco al bienestar colectivo, ahora sí la democracia no sería un privilegio sino que sería un instrumento usado por todos y para todos, siempre clarificando todo, sacando a la luz pública las verdades, ayudando a moldear las sociedades y satisfaciendo esa necesidad tan primordial de realidad, además de esa otra necesidad que evoca a la colectividad de decisiones, así será muy claro que “La comunicación relacionada al desarrollo es medio y fin, aspecto y estrategia global […] (Muñoz Cerda, 2008)”.
En la búsqueda de unificar a las sociedades ha aparecido la comunicación como un método que acorta las distancias, que siempre empalma las decisiones y vocaciones de la gente por lograr el bienestar colectivo de esa comunidad, para lograr salir del atraso (no necesariamente tecnológico) y oponerse a las grietas que quieren imponer aquellos inoficiosos que hacen de los medios de comunicación un buque de guerra que hundirá a todo aquello que se interponga con su principal objetivo (el enriquecimiento de los grupos económicos sin principios éticos que son dueños de muchos medios); es así como los medios de comunicación deben ser tenidos en cuenta por los ciudadanos como el principal elemento que desnudará lo incorrecto, ilegal e injusto y pondrá contra la pared a estos inescrupulosos, porque más que nada la comunicación será para las personas “[…] una tarea integradora de la sociedad […] (Muñoz Cerda, 2008)”.
“La independencia de los medios de comunicación es, por tanto, uno de los elementos más importantes de la política de desarrollo global de nuestras sociedades”, pero se dice que hay libertad de expresión, que hay posibilidad de opinión, que se protegerá a aquellos que lo hagan, pero esto resulta ser una paradoja; en Colombia son muchos los periodistas que anualmente son asesinados por denunciar, por evidenciar una realidad que atormenta al país (corrupción, violencia, etc.) y que no siempre se hace todo lo posible por contrarrestar; la existencia de estos medios de comunicación independientes -muchas veces los únicos capaces de “hablar” lo que es realmente- es fundamental en la búsqueda del desarrollo social y colectivo de una sociedad, además en la búsqueda de una democracia que integre a todos los habitantes pues, son ellos, quienes liquidan con palabras lo que está vivo y coleando, afectando la estabilidad y el progreso de naciones; la protección, regulación veraz, el apoyo y respaldo a estos medios darán un giro importante a esa mirada de evolución.
Por Jhonathan Flórez Álvarez